Los recursos propios representan la mejor opción de financiamiento a la hora de adquirir una vivienda. Sin embargo, en ocasiones hay que recurrir a otras alternativas, entre las cuales encuentras el leasing, los subsidios habitacionales, el crédito hipotecario y el mutuo hipotecario.

De acuerdo con el Informe de Estabilidad Financiera del Banco Central de Chile, la deuda bancaria de los hogares -considerando créditos hipotecarios y de consumo- representa el 37% del PIB, además de constituir el 40% del total de las colocaciones bancarias. Esto permite dar cuenta de que este tipo de alternativas de financiamiento son claves para alcanzar el sueño de la casa -o departamento- propia.

La buena noticia es que este tipo de producto permite ser combinado con alternativas de subsidios estatales, por ejemplo: Ahorro + Subsidio habitacional (puede ser el DS1 Tramo 1 o el de Integración Social y Territorial DS19) + Crédito o mutuo hipotecario (dependiendo de la opción que elijas).

Diferencia entre mutuo y crédito hipotecario

Antes de abordar los requisitos para pedir un crédito hipotecario y los exigidos por el mutuo, vale la pena entender cómo se diferencian uno de otro.

Tanto el crédito hipotecario como el mutuo hipotecario son préstamos otorgados por entidades financieras que te permiten comprar, ampliar, reparar o hasta construir una vivienda. Entonces, ¿en qué se diferencian?

Básicamente, la principal diferencia es que en el mutuo hipotecario la propiedad queda como garantía del préstamo. Se trata de un instrumento financiero que puede ser endosable, es decir, que el acreedor lo puede vender o ceder endosar  a otras entidades autorizadas por la ley (usualmente, Compañías de Seguros de Vida) quedando este último como acreedor del mutuo hipotecario.

Cabe señalar que también está la opción de mutuo hipotecario no endosable. En este caso la entidad financia el préstamo con recursos propios y no puede ceder el título de acreedor. Por lo cual permite mayor flexibilidad en sus condiciones.

Más allá de lo anterior, otra de las grandes diferencias entre mutuo y crédito hipotecario radica en los requisitos de acceso, ya que en el primer caso suelen ser más flexibles y convenientes.

Requisitos crédito hipotecario y mutuo hipotecario

Ambas opciones te exigen mayoría de edad, tener buenos antecedentes comerciales e ingresos económicos, los cuales deben ser debidamente validados con los antecedentes y documentación correspondientes.

Además, atendiendo la Ley General de Bancos, toda entidad financiera te exigirá un ahorro mínimo por el valor de la casa, este porcentaje dependerá de cada institución financiera.

Vale la pena precisar que los requisitos para pedir un crédito hipotecario suelen ser más altos y más exigentes que los del mutuo, que brinda mayor flexibilidad en la evaluación de riesgos y antecedentes.

Cabe señalar que, más allá de los requisitos crédito hipotecario, el mutuo suele ser una excelente opción porque permite refinanciar créditos hipotecarios y préstamos para fines generales.

De cualquier manera, una vez tienes el ahorro para solicitar financiamiento hipotecario para la compra de la vivienda, debes evaluar diferentes opciones en múltiples entidades, prestando atención al CAE y los requisitos específicos. Solo así encontrarás la alternativa que mejor se ajuste a tus necesidades y condiciones.

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